6 Malos hábitos que un Profesional PR exitoso nunca debe cometer.

Habitualmente, en la dinámica del trabajo cotidiano llevamos adelante prácticas sin detenernos a realizar un análisis cuidadoso sobre las mismas. Estas acciones frecuentes, muchas veces no son acertadas. Se trata de malos hábitos de PR que hay que detectar y dejar de practicar en forma inmediata para diferenciarse como profesional y para brindar resultados positivos a nuestros clientes o a nuestra compañía.

En este post te ayudamos a reconocer los más frecuentes malos hábitos en PR y ponemos a tu disposición nuestras sugerencias sobre cómo evitarlos.


1. Perseguir objetivos desmedidos

Es una práctica habitual para los responsables de PR “enamorarse” de los resultados sorprendentes y quedar atrapados en ellos.

Trabajar con objetivos más austeros pero alcanzables suele ser mucho más apreciado por los superiores o clientes que perseguir metas que de tan maravillosas se vuelven irreales. Un buen camino para establecer propósitos más acertados es trabajar concienzudamente en definir la audiencia objetivo a nivel local (pensar en nichos) para luego evaluar sus intereses. Para ello, el monitoreo y la inteligencia de medios se vuelven fundamentales ya que nos permiten definir qué, cómo, cuándo y dónde comunicar, así como quién puede influenciar en dichas comunicaciones positivamente. Estos parámetros se transforman luego en la base de las proyecciones que permiten analizar cada acción y establecer objetivos reales, alcanzables y adecuados a cada acción. Un aspecto muy valorado en un profesional de PR es saber establecer expectativas realistas y por lo tanto ejecutar acciones más exitosas.

2. Realizar análisis parciales o limitados

Es frecuente observar a los profesionales de PR focalizados en el seguimiento de las menciones de marca, lo cual no está para nada mal, pero muchas veces un foco excesivo en estos parámetros nos vuelve ciegos a otros de la misma o mayor importancia, como ser las tendencias más amplias que afectan a la industria, el estado general del negocio o la posición actual de los compradores.

Es importante poder ver el árbol, pero sin perder de vista el bosque. Para ello las herramientas de Media Intelligence son ideales. Permiten realizar un seguimiento minucioso del impacto de cada mención en los medios y al mismo tiempo, realizar análisis similares de competidores y de otros actores influyente en la industria. Los resultados son además analizados por expertos que te ayudarán a identificar pautas de acción, reacción o inacción del público, tendencias, prácticas habituales en los competidores (y sus resultados en los medios), entre muchos otros datos que contribuyen a construir una visión global del contexto y definir a partir de ello, acciones más exitosas.

3. No determinar los riesgos reales, pecando por inacción o por acción desmedida.

de los malos hábitos de PR que los profesionales suelen cometer escensurar su creatividad e incluso limitar  o evitar acciones originales y poderosas por miedo al error. Una marca puede adquirir mucha fortaleza a partir de acciones innovadoras, pero también puede resultar seriamente dañada si dichas acciones no son bien recibidas o no son comprendidas por la audiencia.

Medir el riesgo se vuelve un factor crítico en estas circunstancias. Claramente no se trata de paralizarse ante la posibilidad de errores, ninguna compañía podría crecer o incluso sobrevivir con una estrategia como esa. Se trata de innovar y explotar la creatividad todo lo que sea posible, pero con pasos firmes.

Analizar casos de éxito, hábitos e intereses de la audiencia, la respuesta del público a determinadas tendencias, así como determinar que influenciadores podrían dar la bienvenida a las acciones innovadoras y potenciarlas, es el punto de partida para estimar los posibles riesgos de una acción y realizar los ajustes necesarios para minimizarlos.

4. No medir exclusivamente métricas publicitarias

Es esencial para toda gestión de PR poder medir los resultados concretos. La mayor parte de los profesionales y empresas no cuenta con herramientas para realizar estas mediciones o no están preparados para establecer indicadores adecuados. Es importante dejar de medir a las PR con indicadores que pertenecen a la publicidad como el valor publicitario equivalente. Se debe trabajar en desarrollar KPI apropiados como el ROI, permitiendo a las compañías medir el retorno de sus inversiones en PR.

Estas evaluaciones son decisivas por más de un motivo. En primer lugar, ayudan a determinar las acciones prioritarias, potenciar las más exitosas y desestimar las que no funcionan, optimizando de este modo el presupuesto y los beneficios sobre la reputación de la marca. En segundo lugar, permiten brindar herramientas tangibles a los decididores para realizar inversiones o ampliar presupuestos en función a los beneficios esperados. Finalmente, permiten a los responsables de PR contar con evaluaciones certeras sobre su gestión, pudiendo responder ante clientes o superiores con resultados precisos para cada acción tomada.

5. Descuidar las redes de contacto

El principal activo de los profesionales de RP son sus redes de contacto. Por eso, hay que ser extremadamente cuidadoso con su uso.

Enviar cadenas de emails de anuncios sin un análisis previo es un pecado que todo buen representante de PR no puede permitirse cometer. Es importante darse el tiempo para construir una lista de contactos específica para cada anuncio, seleccionando las personas que realmente considerarán de interés dicha publicación.

Cuando se trate de influenciadores, es vital manejarse con mucha sutileza. Los periodistas suelen tener preferencias acerca de como quieren ser contactados, no los bombardees con contactos reiterados, excesivos o con información que no sea de su interés.

Realiza envíos individuales a los principales medios e influenciadores. Personaliza el mensaje y explícales porque crees que la información es valiosa para ellos. Sé consiente de sus temas de interés y envíale mensaje focalizados y claros.

Las herramientas de monitoreo permiten identificar los intereses de los influenciadores y de cada canal particular, ayudándote a realizar un enfoque puntual de cada comunicación.

6. Subestimar la importancia de cada comunicado

Lamentablemente estamos acostumbrados a los comunicados de prensa que no hacen más que informar “lo orgullosos que están los Directivos frente al nuevo reconocimiento”. Gran parte de los mensajes de prensa son recuentos de premios, lanzamientos u otros tipos de eventos cargados de adjetivos que poco valor agregan a quien lee. Estos mensajes superlativos no hacen más que perpetuar los estereotipos negativos del área de PR. Es importante informar sobre estos acontecimientos, pero tomándolos como ingredientes de historias más amplias, más interesantes para la audiencia, que generen valor para lectores e influenciadores.

No solo es importante cuidar la calidad de la comunicación sino también saber dosificarla. Comunicados de prensa enviados con demasiada frecuencia o cuando no son necesarios, solo abruman las bandejas de entrada y generan que los destinatarios ignoren luego las noticias importantes. Es mucho más efectivo impresionar por ser concisos, claros y directos que por apabullar con mensajes que nunca llegan a ser leídos.

Puede ayudar enormemente en esta tarea, generar contenidos propios, originales, interesantes y valiosos para la audiencia. Publicar esos contenidos en las redes permite, a través de un monitoreo, saber qué comunicados fueron mejor recibidos, más compartidos o comentados. Esto permite ir generando expertise para poder definir las pautas de un comunicado exitoso para una determinada audiencia, canal, medio o influenciador.

 

Si has identificado alguno de estos malos hábitos en tus tareas cotidianas, ¡no desesperes!. Si bien dejarlos atrás implica mucha dedicación, hoy puede ser mucho más sencillo si cuentas con las herramientas adecuadas. Conecta Media puede ser un aliado indispensable para poder realizar los monitoreos, inteligencia de medios y mediciones de indicadores que pueden ayudarte a transformar los malos hábitos en las mejores prácticas. Solicita tu demo y comienza a transformar el modo de gestionar las comunicaciones en tu organización.

 



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